martes, 30 de noviembre de 2010

BaSSSta (.)

Lo pensé desde todos los costados y me cansé.
Y cuando por fin hago el click... no hay vuelta atrás.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Es, fue, será


Esta historia no es...
Definitivamente es una historia que fue.
Aunque si soy sincera, y a mí pesar, sigue siendo un fue... a medias.
Aún hay días en que me sorprendo preguntándome ¿si algún día será?
Continuum de nunca acabar...
Luego nostalgia... tristeza... impotencia... frustración y hasta un poco de bronca... una y otra vez.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Día histórico


Estoy conmocionada y comparto el luto. No lo digo a los cuatro vientos, por que a mi alrededor -por lo menos hasta ayer - era mala palabra.
Más de una vez herí suceptibilidades -empezando por las de mi familia- por mi "simpatía" hacia este Gobierno. No tengo una base fundamentada, tampoco soy una entendida en política, pero muchas cosas que se dijeron en contra me hicieron dudar, y desde hace un tiempo creo (y quiero creer) que este Gobierno y el del recientemente fallecido ex presidente, intentó ( por lo menos) cambiar algunas cosas. Sobre todo si se compara con el de presidencias anteriores, cuyos mandatos, muchos "se esfuerzan en olvidar".
Hoy es un día histórico y me atrevo a decir que triste.
Lo que iba a ser un simple feriado por la celebración del Censo, se terminó convirtiendo en una sucesión de imagenes, notas y testimonios, tanto de adeptos como de sus más fuertes opositores, todos lamentando su muerte.
Nadie lo va a poder negar, Néstor Kichner fue un gran estadista, un lider político, un luchador seguro de sus convicciones... hasta que su cuerpo se lo permitió.
Dicen que el legado de un presidente se puede comprender mejor con el paso del tiempo, sólo a partir de ahí podremos concluir si nuestras valoraciones fueron acertadas o no... mientras tanto será la historia la que se encargue de juzgarlo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Buenos Vecinos

En la puta vida me relacioné con un vecino, o por lo menos no lo recuerdo. Al vivir en una casa grande ni me enteraba lo que sucedía medianera de por medio. Mis vecinos eran casi inexistentes, tampoco era muy "simpática" que digamos, así que solía pasar desapercibida también para ellos. Pero desde que estoy en Buenos Aires, tuve que obligarme a ser un poco más dada (uno nunca sabe si va a necesitar el auxilio de alguien... y más viviendo sola!)
Así que como que estoy más enterada de lo que sucede en los espacios colindantes, incluso más de lo que quisiera.
Vivo en el 6 sexto piso. Mi balcón da a un pulmón de manzana que es tannn angosto que casi puedo tocar la pared de enfrente con mis manos. Este pasillo en altura hace que los ruidos y los olores se concentren mucho más. Así que conozco un poco de la vida y obra de varios de mis contiguos. Puedo decir que mi vecina del 5to A le pone curry hasta al postre, que los del 4to D casi ni sienten la crisis de la carne (y la comen hasta en el desayuno), que la doña del 6to A lava ropa día de por medio (y que día de por medio su eslabón de lujo me despierta antes de tiempo).
En el 2do vive una pareja gay, que cada 15 días, sobresalta a todos con sus llantos y lamentos; confieso que más de una vez quise llamar a los del 911, hasta que me di cuenta que es algo rutinario.
Mención aparte merece mi vecino del 3ero D. Un karma con todas las letras, dolor de huevos para los hombres y de ovarios para las mujeres. Ser in-su-fri-ble, que vive como si fuese el único en todo el edificio. Mal educado, guarango, sus intimidades son cuestión pública, inunda los ambientes cada dos horas con sus porritos y ensucia los balcones con sus escupitajos. Deplorable.
Por supuesto que no falta la loca del edificio, sí sí. Vive en el 4to. Cada tanto me la cruzaba en la entrada, y siempre la esquivaba, hasta que una vez me sorprendió bajando las escaleras. Estaba apoyada en el marco de su puerta, me miraba silenciosa. Escuche algo así como que le hacia recordar a su hija. Ni le respondi, con mirada condescendiente bajé disimulando la taquicardia producida por el temor de terminar cual Julieta Diaz en ese capítulo de "Mujeres Asesinas".
Sería injusto no referirme a José, portero prototípico, venido de la tierra del guaraní, vago y metido como pocos.
Ay ay ay... una pinturita mis vecinos. Eso sí no me puedo quejar que entretenida me mantienen. Sólo faltaria (para el cartón lleno) el vecinito interesante, ese a quien pedirle una tacita de azúcar si se hacen más de las 10... pero para variar "ese vecinito" no vive en este edificio.
Que lo tiró!

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cachi treinta

No es moco de pavo, me queda un día, mejor dicho horas... y a otra cosa mariposa.
Hace casi treinta no sabían si llamarme Pablo (nombre que de hecho llevó luego mi hermano) ó María Fernanda (por la Mistral, la de las telenovelas). Hasta que tipo tres menos cuarto aparecí... de jodida nomás, haciendo madrugar a más de uno en esa clínica de la calle La Rioja.
Tres kilos seiscientos, virginiana hasta el tobillo y con una pizca de sagitario (por la ascendencia... y menos mal).
Mis padres me sufrieron un poco más que al resto. Fui la primogenita. Por eso mismo también lo sufrí yo (por que es verdad que solemos ser los más "atendidos", tengo fotos de cada instante vivido) pero también los más exigidos, cargando el "estigma" de ser el ejemplo, aún cuando no querramos ni nos salga.
Y heme aquí con 30 años...¿ quien lo creería?!!
Años "a" los hubiera vivido como un karma ( por esto de los mandatos heredados y/o autoimpuestos) pero la verdad de la milanesa es que, a horas de una nueva decada, me sorprendo relajada dandoles la bienvenida... total dicen que son los nuevos 20... y total también me dicen que ni los aparento...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

domingo, 12 de septiembre de 2010

Cuenta pendiente

Es sábado a la noche y decido no salir.
Menage a trois de vino (terapia de momento), internet y quien escribe.
Hasta que se conecta al chat.
¿Se acordará de mí? Historia rara si las hay.
¿Le escribo? Mmm... sí, que más da.
Semana Santa del 2003 en Cuesta Blanca, y él cayó con el primo de mi amiga.
Dos días bastaron para que hubiera una conexión (¿habrá sido por que es de géminis?)... pero nunca más nos vimos, talvez por que eramos chicos... e inexpertos.
Minutos después responde, tímido al principio.
Palabras van, palabras vienen, vuelve la confianza (talvez por el "entone"). Él con fernecito (desde una provincia del norte) y yo con mi vinito (desde la Capital).
Enterarme de ser un recuerdo que duró y durará por siempre me dejó un tanto trastornada, a lo que siguió la noticia de su "inminente casamiento"... Channnn... quelle dommage.
Dos horas y un abanico de tópicos chateados: miedos, trabajo, compromisos, frustraciones, expectativas. El bendito cambio de década- entre medio un análisis del video de Roberto Carlos y su millón de amigos, cosas no dichas (ni hechas), arrepentimientos, espinas atragantadas, lo que no va a ser... Y más de una noche mágica e inocente(que hasta el día de hoy da tela para cortar).
Charla virtual.... loca por cierto.
Saldamos deudas como quien dice, pero quedó algo pendiente?.
La puerta queda abierta, nunca se saben las vueltas de la vida.

domingo, 29 de agosto de 2010

Light


Se conocieron entre gorros de colores y espumas locas, bailando hasta que el sol les dio en la frente en un festejo de cumpleaños.
Esa noche fue la antesala de una relación que duró talvez... ¿dos meses?
Calavera no chilla. El siempre aclaró, ni compromisos ni planteos. Y ella se hizo la macha, pero se enredó y salío perdiendo.
Con diplomáticas palabras un buen día le dijo chau... y siguió su camino con la frente en alto y la mente clara.
Ella aún lo busca en alguna que otra noche de gorros de colores.
Sociedad posmoderna, época "light" si las hay, y no sólo en las comidas.
El sociólogo Zygmunt Bauman dedica todo un libro "Amor Líquido", a tratar de explicar la debilidad de los vínculos humanos actuales.
Todo se resumiría en algo así como que: "Estrechemos lazos, pero mantengamolos flojos, para poder desanudarlos más fácilmente".
La desconfianza que implica estar relacionados, por el miedo a que este estado pueda convertirse en una "carga" y provocar tensiones que no somos capaces, ni queremos soportar. Y la consecuente limitación de la libertad para seguir relacionandonos... ¿con otros?
Lo líquido versus lo sólido...
Dice una canción: “…It’s beyond me I can not carry the weight of a heavy world… so goodbye… goodbye ... goodbye”

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mi casa


Hace algunos años, en uno de mis tantos trabajos, tuve una compañera que leía las manos. Yo esperaba que me sorprendiera diciéndome lo larga que iba a ser mi vida, cuánto éxito profesional iba a tener o si iba a conocer al chico de mis sueños en el próximo verano. Sin embargo lo único que predijo fue que me iba a costar desprenderme de mi casa.
De eso pude dar fe meses antes de venirme a vivir a Capital Federal.
Traté de retener todo aquello, que a veces por la misma cotidaneidad, pasa desapercibido, pero que luego se extraña.
El olor a eucaliptos hervidos, los gruñidos de Rocco y Ciro en el patio por las mañanas, la torta con grasa de mi mamá para los mates, las sobremesas divertidas con mis hermanos, los códigos ("nene piyin", "cachelira lira lira", "the chechenian boy") inentendibles para el resto, pero de tanto significado para nosotros.
La costumbre de disfrazarme -cual ciruja- para ver un DVD en familia, escuchar música fuerte en el altillo, mis planteos existencialistas cada noche con la Jose, ver tele con Nacho hasta pasada la medianoche, las caminatas por la Nuñez, las palabras reparadoras de mi mamá, la contencion -a su modo- de mi papá.
Los sahumerios, los asados de Pablo, los sábados de acomodo. El ruido del lavarropa, Adrián y su guitarra, las visitas de mi abuelo con sus chistes, la saratoga y el flan de chocolate.
Y también soñar como sería mi vida cuando dejara esta casa, que aún hoy sigue siendo "mi casa", aunque viva en otros lados, aunque pasen muchos años, incluso aunque deje de existir, ya que ésta es LA casa donde siempre recordaré a mi familia.

domingo, 22 de agosto de 2010

Despedidas

De un tiempo a esta parte me llené de despedidas. Familiares, amigos, hermanos, enamorados. Por suerte han sido sólo pasajeras, pero no dejan de costarme, me producen stress. Horas o minutos antes se pone más cabrona la cosa, me lleno de angustia.
La primera fue con la decisión de mi mamá de irse a la madre patria, dos meses se volvieron dos años, sus idas y venidas me desestabilizaron; yo no era precisamente una nena, pero justo dejaba la poca rebeldía de mi adolescencia y necesitaba sus consejos y charlas, en medio de tanto mareo provocado por el ingreso a la adultez.
Luego, la primera gran despedida de un enamorado, 3 meses duró la misma, justo lo que la relación, y por esa razón su intensidad.
Paralelamente “el gran destete, gran” de mi familia, abrazada y con lágrimas que saltaban disparadas a los cuatro puntos cardinales, mientras caminaba por el largo pasillo rumbo a embarcar sola, hacia el otro lado del pacifico.
En este mismo viaje comprendí aún más el hecho de disfrutar del día a día, de los pequeños e intensos momentos con gente que se iba cruzando, y a la cual iba a tener que despedir, inevitablemente. Algunos para nunca más volver a ver, o talvez sí, pero no de la misma manera.
Puedo recordar a E. y su paraguas mientras me despedía de la terminal de Auckland; a F. y J. saliendo a toda velocidad de la base de Waiouru; a P. preocupado al dejarme llorando en el inmenso aeropuerto de Bangkok; a M. bajándose del auto, para con un abrazo imborrable repetirme que no mire atrás.
Con mi decisión de mudarme a Capital, era un hecho que las despedidas se iban a multiplicar. El despegue de mis padres, hermanos, amigas, mi cama, el verde de mi patio, y hasta de mis perros, parecen arrancarme un poco de cuajo con cada vuelta. He probado desdramatizar la cuestión, sin mucho éxito. Mis amigas más experimentadas me consuelan diciendo que con el tiempo se supera.
Las dos últimos adiós: a mi hermano N. (en una calurosa tarde de domingo y con una vuelta deprimente y eterna desde Ezeiza) y hoy mi hermana M. y su novio (en otro día de domingo, pero con un divertido almuerzo y abrazos en plena Avda. Pueyrredón)
Pasó y no fue tan grave, definitivamente el tiempo lo supera.
“Au revoir” una vez más a mi gente, pronto nos volveremos a reencontrar.

Estando sola (o)

Lindo videito de cuando no te queda otra que estar lonely -entiendase que sola, pero en una nice way-
Filmado en Halifax ( Nueva Escocia) por Andrea Dorfman, con la perfomance de la poeta y cantante Tanya Davis.

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viernes, 20 de agosto de 2010

La entrevista

French al 3000. Otra más y van...
Desde el martes -día de la llamada- que la ansiedad se me subió más arriba de la cabeza. Mientras caminaba por Juncal hasta llegar a Billinghurst, me iba mirando en los vidrios de los locales, disimuladamente. Típico mío. Y la verdad que no estaba mal.
Me habia vestido lo más acorde a la ocasión (y sabiendo que la agencia era muy "posh" por cierto) como esperando dar una buena impresion, y sino la daba, bue... los que me conocen "muy bien" ya saben mi respuesta.
El lugar, una casona al estilo francés, tal cual lo imaginaba.
Con la panza un poco revuelta y mis cachetes a punto de soltar todo su color, me senté en uno de los sillones de la sala donde me habían hecho pasar. No veía las horas de estar haciendo el camino de vuelta; de que esta instancia evaluativa (como tantas otras que he pasado en el último tiempo) terminara.
Algunas revistas "glamorous" en la mesa ratona y una canción -demasiado cachonda para mi gusto- de George Michael me distrajeron un poco hasta que llegó la reclutadora.
Estaba más ansiosa que de la cuenta. Talvez por que era una posibilidad más "ambiciosa" que las otra: agencia de prestigio en prensa y rrpp, renombrada por celebrities y clientes vip. "Topísima gordassss", como les decía a mis amigas; tan top como para nombrarla con una papa en la boca, y tan high que mi supuesto jefe adoptó como apellido una piedra... y no cualquiera, sino una preciosa.
El hecho es que o mi perfil no fue, o la señorita que me entrevistó la tenía muy clara. Vomité mis 3 hojas de "experiencia salpicón" en escasos 3 minutos, los otros 3 los ocupó la señoritareclutadora, emanando impaciencia, mientras la musiquita de George no paraba.
La cuestion terminó con un "por sí o por no te vamos a estar llamando", resultado que se develará entre martes y miercoles próximo.
Levanté mis bartulos y salí al aire casi primaveral que tocaba, buscando repetir mi rutina inmediata en estos casos, llamar a mi mamá para desahogar tensiones.

viernes, 13 de agosto de 2010

Ilusión?

Ayer en un boliche observaba la gente a mi alrededor.
Habíamos salido a festejar el cumple de una amiga y de repente vi a dos del grupo bailando más juntos. Me percaté que había algo más que un simple acercamiento, la forma en que se miraban decia muchas cosas. Al lado de ellos había dos o tres parejas más, en la misma sintonía. Suspiré por un “alguien” que me hiciera sentir eso mismo
Pero me acordé que mi realidad es hoy muy distinta.
Sin entender por qué, me siento un ser al cual se le tienen bastante negadas estas cuestiones. Por eso decidí ser práctica, y -cansada de los cuestionamientos de tipo “por que a mi no”- me frustré tanto que me volvi descreída.
No voy a negar que la ilusión se mantiene... un poco, veremos hasta cuando.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Orgullo

Esta ciudad está llena de oportunidades, definitivamente...
pero cómo me está golpeando el orgullo!

martes, 3 de agosto de 2010

Dia de M

Ayer tuve un verdadero día de M. Un objeto mínimo y mísero llamado "sobre", vino a tirar por la borda toda la autorreflexión y el envión de optimismo autoimpuesto en el fin de semana.
¿Cómo es posible que uno, aún siendo lo más responsable y esmerado posible, sienta que su trabajo se ve diezmado por la inoperancia de otros, por la falta de organización en la estructura de una empresa, por la no definición en los roles?! Quedar y sentirse tan vulnerable ante una masa que empuja y cada vez se hace más pesada.
En días como los de ayer hubiera salido corriendo hacia ninguna parte. O en todo caso, me hubiera gustado ser como las mujeres de antes- y algunas varias actuales- que se quedan cómodas en sus casas, disfrutando "ser las mantenidas de alguien", aunque ese alguien se trate de un viejo pelado, gordo, oloroso y feo.
Sé que ese perfil no va conmigo... pero qué bien me vendría en estos días de m.

jueves, 29 de julio de 2010

Confusia

¿Por qué será que a veces siento que otros se quedan con mi vida, con lo que creí que era para mí, con lo que imaginé mi realidad?... O será que yo tiendo a querer lo que otros tienen, a idealizar otras realidades, a pensar que la vida de los demás es siempre mejor que la mía... a querer lo que no tengo simplemente por eso, por que no lo tengo.

martes, 27 de julio de 2010

El subte

Suelo tomarme el subte D de Agüero a Catedral todos los días para ir de casa al trabajo, y viceversa.
Apenas llegué a Buenos Aires rogaba no tener que utilizar este medio de transporte ni remotamente. Me resultaba intimidante.
En la ciudad de donde vengo, el subte no existe; escuché de algunas negociaciones para implementarlo -aún con el riesgo de barrer siglos de historia- pero esa es otra cuestión.
En mis visitas a la Capital muchas veces tuve que optar por este tipo de transporte, de manera involuntaria. Más de una vez me sonrojé por el stress de no entender como era el sistema de pago, mientras me quedaba atascada en el molinete con una fila de pasajeros impacientes por detrás.
También recuerdo las primeras veces, cuando el sonido del subte llegando a toda velocidad a cada estación, me producía una mezcla de ansiedad, emoción y nervios. La espera en esa realidad subterránea me generaba un poco de angustia y viajar sola, sin perderme en alguna combinación, era casi misión imposible.
Hoy, con varios viajes en mi haber, puedo decir que ya no lo siento tan amenazador, pero sigue sin convencerme del todo.
Es verdad que acorta la distancia de sobremanera, en 15 ó 20 minutos llego a todas partes, mientras que en mi ciudad tardaba como mínimo tres cuartos de hora. El tema es que esos 15 o 20 minutos suelen ser una eternidad, sobretodo cuando voy sola, es decir la mayoría de las veces. No se si es por la falta de paisaje, acá solo se ven túneles oscuros, el único panorama posible es el de las caras de la gente, tensionadas, amargas, mostrando fastidio y miedo; aunque alguna que otra vez se alternan con las de los turistas, siempre excitados.
"Lo que mata es la humedad", dice la frase y es asi... insoportable en los días de calor, y más allá abajo, que mezclandose con los olores intensos, lo hacen ver-da-de-ra-mente insostenible. Aunque lo de los olores es tanto en verano como en invierno. Confieso que alguna que otra vez pude sentir algo de placer al ingresar a algun vagon, en esos días en que el frío te cala los huesos. Si hasta los perros se resguardan, se escabullen entre la gente y aprovechan los asientos vacíos para echarse una siesta en las horas menos concurridas.
Puede que me haya vuelto un poco como tantos de los habitantes de esta ciudad. Y mi rostro se lleve el premio a la intolerancia al viajar por este medio, pero es que me incomoda la cercanía física con el otro desconocido. La gente me respira en la oreja, los vagones son estrechos y los asientos enfrentados, no me permiten esquivar la mirada del otro. La amenaza de sentirme observada. ¿Será que me molesta por mi timidez, inseguridad o fobia a estas situaciones? Creo que no soy la única irritada, si alzo un poco la vista, genero lo mismo en el otro.
En fin, por el momento seguiré utilizando este medio, es el más practico a pesar de las incomodidades, y mi comportamiento seguirá siendo el mismo.
Si ven que alguien se posiciona lo más cerca de alguna puerta, y va siempre parada- aunque esten todos los asientos vacíos- con auriculares puestos - aunque no escuche nada- mirando al vidrio y agarrada a la baranda en posición de largada... esa soy yo.

domingo, 25 de julio de 2010

Un año

Hace poco cumplí un año en esta ciudad.
Decidí venirme a probar y por suerte de entrada la cosa no fue tan hostil.
Desde mi llegada, me sorprendió toparme casi siempre con gente buena onda, o talvez me sorprendió más mi apertura hacia los otros.
Encontré un samaritano, a quien le alquilo un petite departamento en Recoleta, y tengo un trabajo cómodo -que no alcanza mis expectativas profesionales en lo más mínimo- pero que con 6 horas diarias me permite vivir. Además tengo espacio en una revista de arte y cultura, que "consiente" algo de la creatividad, que hasta hace poco pensé que no venía en mi combo.
Con un muy cliché “en busca de nuevos horizontes”, suelo responder a quienes me preguntan “a que te viniste?!”, entendiendo que su tono talvez se deba a que llevan más años que yo hastiados de la masividad y el desenfreno característico de las grandes metrópolis. Admito que es una pregunta que he querido evadir más de una vez, no sólo por que llevo varias veces contestándola, sino por que me pone en una especie de jaque mate personal, que suele dejarme la cabeza hecha una gaita. Sensación que se acentúa en mis caminatas post entrevistas laborales, o cada vez vuelvo de mis pagos o cuando me despido de la gente que tengo lejos.
La soledad no es fácil, la pelea por los objetivos menos, e ir en contra de los deber ser ni contar!!... Pero ser fiel a uno mismo "no tiene precio" (como dice el eslogan tan publicitado)
Mi decisión no tiene muchas razones racionales, diría más bien que es parte de una pulsión frenada por años, que ya no pude patear más. Sentí que me tenía que venir y lo hice, como todo lo que siento que debo hacer. Punto.
Este es mi blog, no es el blog de una viajera, ni el de una soltera en busca de su media naranja, ni el de una profesional luchando por no frustrarse y tampoco el de una joven que siente que se le viene todo encima al cumplir los 30!
No no... es más bien eso y un poco más.
Soy yo y mis vivencias, que aventurandome y perseverando, vuelo con la esperanza "esperanzadora" de no estrellarme -o por lo menos que no me duela tanto- y confieso que aunque se me pase la vida en busca de algo que talvez nunca llegue, amo mi tardia independencia, sus sinsabores y sobre todo LA PAZ que siento conmigo misma.