domingo, 29 de enero de 2012

¿Quién quiere hacer política?: percepciones a raíz del “El estudiante”


Si me hacían esta pregunta diez años atrás, probablemente hubiera esquivado su respuesta tanto como a los múltiples carteles que empapelaban las paredes de la escuelita donde cursaba la carrera.
Me causaba escozor la sola invitación a participar de asambleas estudiantiles, donde se discutirían las propuestas a las que habían llegado las diferentes agrupaciones, en pos de las elecciones que se avecinaban, para así lograr un voto más, un voto menos, y continuar bregando- quiero creer yo- por un interés común: el de una universidad pública, libre, gratuita. Jamás me interesó… o talvez me llené de prejuicios por no querer terminar cual estudiante crónico inmerso en discusiones que para mí no tenían mucho sentido, o mejor dicho encerraban "lucha de vanidades".
Recuerdo que tenía una amiga que me obligaba a interiorizarme en las elecciones... yo sólo iba a votar por que corría el rumor de que si no lo hacía perdía fechas de examen.
En fin... mi historia no es muy parecida a la del protagonista de la película: "El estudiante"; esta opera prima de Santiago Mitre, cuenta acerca de un joven que llega a la gran ciudad con las únicas intenciones de comenzar una carrera y conocer chicas, pero a medida que transcurre la ficción, comienza a involucrarse en los espacios políticos de su facultad. Es el viaje de ascenso de un personaje, en un ámbito que desconoce, pero que lo lleva a descubrir un universo donde afloran unas virtudes hasta ahora desconocidas por él mismo.
El film, que vende localidades como pan caliente y se proyecta en salas no convencionales ( como la del Malba), ha generado revuelo, ya que no se detiene sólo en el mundo de la militancia política universitaria, sino más bien intenta, a través de este ámbito, demostrar lo que sucede en cualquier otro espacio institucional en donde existe la militancia y más allá de la coyuntura: la rosca política y sus manejos, la búsqueda del poder por el poder mismo.
La película propone discusión por que retrata la política en su dimensión más cuestionada, la del fin que justifica todo tipo de medios, sin importar las traiciones o el pisoteo a la moral, ya que de eso parece que se nutre la mayor de las veces. Eso sí, siempre aclarando que lo que se busca es un fin que supone un bien para todos,¿ y por eso parece volverse incuestionable.?
El estudiante es la película argentina del momento, es objeto de debate en nuestro país y en el mundo entero (ha participado en Festivales como el Toronto y el de Nueva York), y es que su objeto de estudio: la política, es un universo necesario, pero también desconocido, ignorado y odiado por lo que despierta a la luz de la corrupción; y al parecer también inexcusable, o eso es lo que al parecer, intenta que aprendamos con su ejemplo.