martes, 3 de agosto de 2010

Dia de M

Ayer tuve un verdadero día de M. Un objeto mínimo y mísero llamado "sobre", vino a tirar por la borda toda la autorreflexión y el envión de optimismo autoimpuesto en el fin de semana.
¿Cómo es posible que uno, aún siendo lo más responsable y esmerado posible, sienta que su trabajo se ve diezmado por la inoperancia de otros, por la falta de organización en la estructura de una empresa, por la no definición en los roles?! Quedar y sentirse tan vulnerable ante una masa que empuja y cada vez se hace más pesada.
En días como los de ayer hubiera salido corriendo hacia ninguna parte. O en todo caso, me hubiera gustado ser como las mujeres de antes- y algunas varias actuales- que se quedan cómodas en sus casas, disfrutando "ser las mantenidas de alguien", aunque ese alguien se trate de un viejo pelado, gordo, oloroso y feo.
Sé que ese perfil no va conmigo... pero qué bien me vendría en estos días de m.

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