domingo, 17 de julio de 2011

Son nom était Edith


Me gustan mucho las biopics, sobretodo aquellas de personas cuyas vidas son admirables.
Édith Giovanna Gassion era su nombre real, me conmovió hasta la piel de gallina la interpretación que de ella hizo Marion Cotillard en "La vie en rose" de Olivier Dahan. (No es para menos la multipremiación que obtuvo: Oscar, Globo de Oro, Bafta y César.)
La "Môme Piaf"... como le decian en sus primeros añós. A su música la conocí por intermedio de otra intérprete francesa: Mireille Mathieu. Desde que tengo uso de razón que sus cassetes pululaban por mi casa; aprendí y tararée más sus canciones que las de María Elena Walsh: Padam Padam-Milord-Ne me quitte pas- La vie en rose.
Tremenda voz en tan diminuto y frágil cuerpo. Su vida tuvo tanto de talento y ovación, como de tragedias, separaciones y pérdidas. De ahí también los excesos y su adicción a la morfina. Elocuente y divertida... el gorrión de París.
Entre sus conciertos más emotivos, están los que realizó en el Olimpia de París en 1961. Allí interpretó por primera vez Non, je ne regrette rien, compuesta por Charles Dumont, canción que desde un primer momento creyó que hablaba perfectamente de ella. Con esta serie de recitales, no sólo salvó a su escenario favorito de la bancarrota, sino que se despidió para siempre de su público. Murió dos años después, a unos jóvenes y muy transitados 47 años, en la Cote d´Azur.

No hay comentarios:

Publicar un comentario