miércoles, 20 de julio de 2011

La Amistad

Llegan días como hoy y creo que el mejor regalo son las palabras, esas que reconocen "ese sentimiento" tan puro y genuino, y si te lo dicen o regalan también que es mutuo.
No es fácil encontrar un poema que sintetice lo que es para mí la amistad, pero hoy me enviaron uno y quiero compartirlo...

Poema a la Amistad - Jorge Luis Borges

No puedo darte soluciones para todos los problemas de
la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes
y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me
lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes
actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para
crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te
parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger
los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti...
En estos días me puse a recordar a mis amistades mas
preciosas.
Soy una persona feliz: tengo mas amigos de lo que
imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la
alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y
cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la
serenidad, en estos días pense en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tu.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el numero uno ni el numero final.
Lo que se es que te destacabas por alguna cualidad que
transmitías y con la cual desde hace tiempo se
ennoblece mi vida.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el
segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos.
Hice lo que todo amigo:
Oré... y le agradecí a Dios por ti.

Gracias por ser mi amigo.

domingo, 17 de julio de 2011

Son nom était Edith


Me gustan mucho las biopics, sobretodo aquellas de personas cuyas vidas son admirables.
Édith Giovanna Gassion era su nombre real, me conmovió hasta la piel de gallina la interpretación que de ella hizo Marion Cotillard en "La vie en rose" de Olivier Dahan. (No es para menos la multipremiación que obtuvo: Oscar, Globo de Oro, Bafta y César.)
La "Môme Piaf"... como le decian en sus primeros añós. A su música la conocí por intermedio de otra intérprete francesa: Mireille Mathieu. Desde que tengo uso de razón que sus cassetes pululaban por mi casa; aprendí y tararée más sus canciones que las de María Elena Walsh: Padam Padam-Milord-Ne me quitte pas- La vie en rose.
Tremenda voz en tan diminuto y frágil cuerpo. Su vida tuvo tanto de talento y ovación, como de tragedias, separaciones y pérdidas. De ahí también los excesos y su adicción a la morfina. Elocuente y divertida... el gorrión de París.
Entre sus conciertos más emotivos, están los que realizó en el Olimpia de París en 1961. Allí interpretó por primera vez Non, je ne regrette rien, compuesta por Charles Dumont, canción que desde un primer momento creyó que hablaba perfectamente de ella. Con esta serie de recitales, no sólo salvó a su escenario favorito de la bancarrota, sino que se despidió para siempre de su público. Murió dos años después, a unos jóvenes y muy transitados 47 años, en la Cote d´Azur.

domingo, 10 de julio de 2011

Aprés 25 ans


Los primeros años en nuestras vidas probablemente lo marcan todo. Y es probable que a través de un flashback a mis 5 años pueda entender mi pasión por los viajes actual.
A esa edad nos fuimos por un tiempo a Lyon (Francia). Primero se fue mi papá. Pasados 8 meses: mi mamá, algunos bartulos y nosotros, que en ese momento eramos tres y de alguna manera ya extrañábamos los límites de la figura paterna.
A pesar de mi escasa edad, fue como una aventura desde el primer momento, no así para mis padres, que tuvieron sus momentos de "desarraigo"; como los de mi mamá, a quien más de una vez vi llorando mientras sostenía una foto de mis abuelos.
Por supuesto que no eramos los únicos, argentinos siempre hay en todas partes, las fiestas pasaron entre la nieve y los brindis con coterráneos, que lejos se vuelven casi hermanos.
Sobre esa época no deja de asombrarme la cantidad de recuerdos que siempre tuve, a veces un poco diluídos y desordenados en tiempo y espacio, pero muy presentes e intactos.
De lunes a viernes cumplía con la rutina de asistir a la école maternelle junto con mi hermano. Mis padres nos dejaban temprano, antes de partir hacia sus respectivos trabajos en la Université Claude Bernard.
Mis mañanas transcurrían entablando conversaciones ilógicas con mis compañeritos de sala... y en un improvisado francés. "On va joue?" Era mi frase preferida según mi papá. Recuerdo haber envidiado a más no poder, el completo equipo de fibras y crayones de un tal "Guillaume". Me encantaba volver a casa, para estar con mi mamá por las tardes, que ya eran noches, por que oscurecía temprano en el invierno.
Pero lo mejor vino después, a bordo de un Renault 14, por las interminables autopistas y hacia múltiples destinos.
Paseos por calles angostas y empedradas de algún pueblo español... ó talvez italiano, la suntuosidad de construcciones antiquísimas como la del Coliseo Romano, el frío húmedo de ciudades como Bruges, el calor en alguna playa barcelonesa, la majestuosidad de avenidas como la Champs-Élysées, el lujo de Montecarlo, las palomas en Venecia, subir por la Torre de "Pizza"(y no de Pisa), la visita a museos y más museos...
Algo inusual era que recordara el nombre de obras clásicas y famosas con esa edad: "La maja desnuda" de Goya, "Las meninas" de Velázquez, "La piedad" o "El David" de Miguel Angel; o la curiosidad que desde ese momento tuve por Dalí, su obra y su amor incondicional hacia Gala, luego de una tarde entera en su museo de Figueras.
Parece que a esa edad, todo se absorve más rapido y todo queda marcado, como mis ganas de volver, latentes hasta hoy. Si todo sigue encaminado apres 25 ans la fascinación generada en mis primeros años volverá junto con una mezcla de sensaciones, las de ayer y las de hoy.